Alexis Ortiz / Crónicas desde Miami / Especial para “elNuevo Herald” de Miami…
El busto del “Benemérito de las Américas”, Benito Juárez, primer presidente indígena de México (1858-1872) y del continente, fue desvelado el pasado lunes en Miami Beach.
Ahora está en el Parque Collins la obra donada por el artista Fernando Adriacci, junto a las imágenes de otros ilustres: Simón Bolívar, José Martí, Rubén Darío, Carlos Finlay…
En el conmovedor acto de homenaje a Benito Juárez llevaron la palabra, entre otros, el cónsul de México en Miami, Jonathan Chait y los comisionados Eileen Higgins (Condado de Dade) y Alex Fernández (Miami Beach); además de la dirigente comunitaria Rosary Plana Falero.
Benito Juárez, antes asumir la Presidencia de México en tiempos difíciles, hizo una carrera rutilante de servidor público: regidor, fiscal, juez, gobernador de Oaxaca, ministro de Gobernación, de Justicia e Instrucción Pública y Presidente de la Corte Suprema de Justicia mexicana.
Este caballero de rigurosa formación como jurista y políglota (podía hablar español, inglés francés, latín y su nativo zapoteca), fue un gobernante libertario y reformador, interesado en el cumplimiento de las leyes, la educación ciudadana y la instauración de un estado laico y soberano.
Bajo su liderazgo México resistió y venció la torpe invasión de las tropas del emperador de los franceses, Napoleón III, que subestimó el compromiso de los mexicanos con su patria y su libertad y, también, trató de aprovechar la guerra de secesión norteamericana para la tentativa de imponer en el Nuevo Mundo, un gobierno fantoche.
La mejor definición que se haya hecho jamás sobre la paz, la hizo este indio zapoteca, orgullo del mestizaje hispanoamericano:
“Entre los individuos como entre las naciones, el respeto al derecho ajeno es la paz”.
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