Alexis Ortiz / Crónicas desde Miami / Especial para “elNuevo Herald” de Miami…
En mí ya lejana infancia escuchábamos a “Los churumbeles de España cantar:
“La española cuando besa, es que besa de verdad. Y a ninguna le interesa, besar por frivolidad…”.
Ese recuerdo nos atrapa porque la selección española de fútbol femenino, viene de ganar la Copa Mundial en Australia-Nueva Zelandia. Un triunfo clamoroso después de superar a las grandes favoritas: Estados Unidos, Alemania, Japón, Brasil, Inglaterra…
Lo lamentable es que Rubiales se reveló como misógino, soberbio y testarudo, cuando en lugar de disculparse por besar en la boca sin su consentimiento a la futbolista, trató de presentarse él como víctima y a la mujer agredida, como culpable del dislate.
El mundo del deporte reclamó la renuncia de Rubiales pero él, desafiante y prepotente, proclamó que no dimitiría. Su despropósito agrupó protestas diversas:
Las compañeras de Selección de Hermoso anunciaron su retiro hasta que se produjera la dimisión de Rubiales; el capitán histórico del equipo nacional de varones, Iker Casillas, los técnicos del Real Madrid y Barcelona, Ancelotti y Xavi, y jugadoras (es) de balompié y periodistas del planeta entero, pidieron la salida del besucón.
El gobierno y las autoridades del fútbol español se retardaron en la sanción al agresor, pero afortunadamente en esta ocasión la entidad del fútbol mundial, la FIFA, actuó a tiempo y suspendió a Rubiales.
Esperamos que este enojoso episodio se cierre, para que el pueblo de España pueda celebrar a sus mujeres ganadoras.
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