Alexis Ortiz / Crónicas desde Miami / Especial para “elNuevo Herald” de MIami…
Los amantes de la Madre Patria España, orgullosos de su singular modelo de monarquía parlamentaria, hemos vivido unos años de agobio por la gestión socialista del presidente del gobierno, Pedro Sánchez.
Pero la sabiduría popular suele aparecer cuando luce esfumada. En las recientes elecciones la centro derecha democrática (Partido Popular-PP), le dio un revolcón a la alianza frankestein de Sánchez, con los comunistas de PODEMOS y los fanáticos separatistas catalanes y vascos, dispuestos a romper a España en nombre de un nacionalismo jurásico.
Los resultados fueron contundentes:
El PP obtuvo 55 diputados más que en 2016; el PSOE-socialistas 21 menos y, los comunistas y secesionistas, aliados de Sánchez, sufrieron un severo castigo ciudadano.
Ahora tenemos razones para un prudente optimismo. A pesar del truco de Sánchez de convocar unas elecciones en tiempo vacacional para estimular la abstención, es muy difícil que salga con la suya, porque el único que ganó una batalla después de muerto fue el Cid Campeador, y eso porque su cadáver lo amarraron al caballo.
Pedro Sánchez quedó como modelo de político oportunista y extremista pragmático, dispuesto a todo para lograr el poder, jugando siempre a los astutos acomodos acrobáticos, la política como espectáculo, los impactos efectistas para cazar incautos e incluso, algo enojoso, la arbitrariedad para asegurar la sumisión de sus compañeros.
La alternativa frente a Sánchez es un gallego de lujo, Alberto Núñez Feijóo, un hombre exitoso como gobernante de Galicia, político centrista, comprometido sin demagogia con los más desfavorecidos, con el crecimiento de la clase media y la fortaleza de la unidad europea.
El PP es en Europa un aliado confiable para los perseguidos de Cuba, Bolivia, Nicaragua Venezuela… Votar por su candidato Núñez Feijóo, sería un acto responsable de los hispanoamericanos que puedan hacerlo.
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