Alexis Ortiz / Crónicas desde Miami / Especial para “elNuevo Herald” de Miami…
El narcodictador Nicolás Maduro pronto, como en el tango, arrastrará por este mundo “la vergüenza de haber sido y el dolor de ya no ser”.
Y es que por su abyecta sumisión al partido comunista cubano, más la obediencia de sus esbirros Vladimir Padrino, Jorge y Delcy Rodríguez, Amoroso y Diosdado, cometió varios disparates en pocos días, veamos:
Desmanteló a su Consejo Nacional Electoral para complicar las elecciones Primarias (lo que facilitó la unidad de la oposición democrática); puso al frente de la “reconstrucción” del CNE a su esposa nepotista, Cilia Flores (lo que evidenció su desconfianza en sus otros pajes); y lo más estólido, ordenó la inhabilitación de María Corina Machado (y así le fortaleció el favor popular y la convirtió en una figura democrática mundial).
Como hemos registrado otras veces, Maria Corina es una mujer recia, lúcida y confiable. A ella no la pueden comprar, asustar ni chantajear. Sigue en las calles y rincones de la patria empoderando a la gente empobrecida y humillada por el castrochavismo.
Mientras los laboratorios de Guerra Sucia de Moscú, Beijing, Estambul, Teherán y La Habana, se fatigan tratando de dividirnos y convencernos de que los totalitarios son invencibles, que son unos estrategas prodigiosos, perpetran en Ucrania, Taiwán, La Paz, Managua, Brasilia, Bogotá, Buenos Aires, Santiago de Chile, Lima, Tegucigalpa, Ciudad de México y Caracas, errores tan infantiles que dan pena ajena, como ese de la inhabilitación de María Corina.
El atropello a la presidenciable criolla ha sido rechazado por factores tan diversos como la OEA, 30 ex presidentes latinoamericanos, voceros del gobierno de Washington, Ottawa y del Parlamento Europeo, Alberto Núñez Feijóo, Gustavo Petro, Andrés Velázquez, César Pérez Vivas, Felipe Mujica, Román Duque Corredor, Gustavo Coronel, Mauricio Macri…
¡María Corina y los venezolanos no nos rendimos!
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