Alexis Ortiz / Crónicas desde Miami / Especial para “elNuevo Herald” de Miami…
México lindo y querido merece mejores presidentes que el señorito Peña Nieto o el virulento demagogo López Obrador. Y el bravo pueblo venezolano tiene derecho a algo mejor que el impostor Chávez o el patético Maduro.
Los pueblos de ambos países se percatan de tal necesidad, elevando al camino hacia el poder a dos mujeres recias, lúcidas y útiles: Xóchitl Gálvez y María Corina Machado.
Ambas respiran el aroma de notables jefas de estado, verbigracia, Golda Meier, Indira Gandhi y Angela Mérkel. La autenticidad de las dos comienza a encontrarse con el fervor de las clases medias y bajas humilladas por el populismo y desesperanzadas.
Xóchitl Gálvez, senadora, exitosa ingeniera especialista en robótica y construcciones inteligentes, mestiza (madre indígena), modelo de self made woman, ratificó notoriedad cuando el desaforado López Obrador la atacó y, de paso, le negó el derecho a réplica legal. Ella no se amilanó y enfrentó al ruidoso mandamás.
María Corina Machado, diputada (la narcodictadura le arrebató la diputación), también ingeniera con postgrado en Yale, profesora y dirigente social y política, se hizo notoria cuando en plena Cámara de Diputados increpó al dictador Hugo Chávez: “Confiscar propiedades es robar”.
Xóchitl y María Corina gracias a la incorregible estolidez del “Peje” López Obrador y el agente del comunismo cubano, Nicolás Maduro, han logrado rutilante proyección internacional.
La agresión de López Obrador a la mestiza mexicana, y la inhabilitación de Maduro a la criolla caraqueña, favorecieron paradójicamente sus aspiraciones presidenciales.
Xóchilt, que es inatacable como dice el periodista mexicano Enrique Pibe Fernández, y María Corina que no tiene nada que esconder y sí mucho que ofrecer, están encaminadas a ser candidatas presidenciales de la oposición democrática de sus naciones.
¡México y Venezuela merecen una mujer presidente!
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