NUESTRA DIASPORA HUMILLADA

Alexis Ortiz / Crónicas desde Miami / Especial para “elNuevo Herald” de Miami…


          La xenofobia (rechazo al extranjero) tiene raigambre histórica. En la culta Atenas antigua a los foráneos, a los que tenían costumbres o hablaban una lengua distinta, se les llamaba bárbaros.

          Esa exarcerbación del sentimiento nacional y  discriminación de los diferentes, ha sido factor clave en déspotas de todas las edades, desde Nabucodonosor, Ramsés y Gengis Khan, hasta Hitler, Musolini, Stalin y Putín.

Y se complica al teñirse de arrebatos étnicos o religiosos.

          La inclinación a repudiar al visitante no invitado, lastima a los millones de venezolanos que se lanzaron al destierro, huyendo de una narcodictadura ruinosa, que atropella a los ciudadanos y cierra cualquier posibilidad de vivir con un mínimo de dignidad.

          Por eso, sin que haya habido guerra ni desastres naturales, más de 7 millones de compatriotas, caminando, navegando o volando, han buscado refugio en más de 80 poblaciones del planeta.

          La recepción de nuestra gente ha sido desigual. Generosos han sido los pueblos de Argentina, Brasil, Colombia y España, a pesar de la complicidad de sus presidentes con la infamia castrochavista. Estados Unidos, Canadá y naciones de Centroamérica y Europa, también nos tienden las manos.

          Aparecen excesos contra nuestra gente en Perú (el seudo-indigenista Antauro Humala ha a dicho: “Soy xenófobo. Perú necesita ser xenófobo”), pero brotan gestos solidarios como el de la periodista peruana Pamela Vértiz, que respondió con prestancia a comentaristas deportivos que tildaban de prostitutas a nuestras mujeres.

          También en México ha sido maltratada nuestra diáspora. Eso obedece a que López Obrador hace el trabajo sucio a las autoridades fronterizas norteamericanas. Pero El PAN e intelectuales se deslindan de tales despropósitos.

          Es difícil para países en desarrollo tener que recibir tanta gente repentinamente. Por eso insistimos:

          La humillación que reciben los venezolanos fuera de su tierra, es culpa del horror castrochavista.

          jalexisortiz@gmail.com     @alexisortizb

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